Por vivir en las grandes alturas, por su
gran tamaño y especialmente por la majestuosidad de su vuelo, todas
las culturas andinas veneraron al cóndor (nombre derivado del
quechua cúntur). Es por ello que su imagen aparece
representada en los escudos de varias naciones sudamericanas, incluida
Colombia, al tiempo que su nombre sirvió para denominar la moneda
en Chile y Ecuador. Los primitivos pobladores de los Andes
creían que el cóndor buscaba directamente el corazón de sus
presas y por ello, en algunas regiones, todavía se utiliza el corazón
del ave, seco y pulverizado, para combatir diversas dolencias.
En el altiplano boliviano, durante ciertas conmemoraciones, aún
se capturan cóndores para llevarlos en medio de una gran
procesión a los poblados donde, durante las corridas, son amarrados a
los lomos de los toros que son lidiados, en medio de la
algarabía general, mientras el ave se aferra fuertemente con sus
patas para no caer.
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El Cóndor es un ave de gran tamaño. |
El cóndor (Vultur gryphus L. o
buitre grifo, en alusión a personaje mitológico que tenía la parte
superior del cuerpo de águila y la inferior de león) es el ave
voladora de mayor tamaño existente en la actualidad; habita en
las cumbres de los Andes y en su vuelo alcanza hasta 10.000 metros
de altura. Fue bautizado científicamente por Carlos Linneo en 1758,
quien lo ubicó en la familia de las Cathartidae, grupo
propio del Nuevo Mundo y en el cual se agrupan las aves rapaces
que se alimentan de carroña. El nombre de la familia deriva del vocablo
griego Katéartes, que significa el que limpia, en alusión
a su régimen alimenticio. Sus parientes más cercanos son el rey
de los gallinazos o rey golero, la guala y el chulo o zopilote.
Estas aves se distinguen, entre otras características por
carecer de tabique nasal, de tal forma que la luz se puede ver a través
de los dos orificios respiratorios. Por su dieta alimenticia
tienen el sentido olfativo muy desarrollado, lo cual les permite
localizar su alimento a grandes distancias.
Son abundantes los datos relativos al
cóndor en los escritos de los cronistas y viajeros que visitaron
Sudamérica. La descripción científica más antigua del ave
emblemática, hecha en Colombia, se debe a fray Diego García
(1745-1794), uno de los comisionados de la Real Expedición Botánica
del Nuevo Reino de Granada. Fray Diego, un sacerdote franciscano
natural de Cartagena, laboró con la Expedición a partir de 1783 y
puede ser considerado con justicia como el primer zoólogo
colombiano.
El misticismo de su muerte
El misticismo de su muerte
Los incas
creían que el cóndor era inmortal. Según cuenta el mito, cuando el
animal siente que comienza a envejecer y que sus fuerzas se le acaban,
se posa en el pico más alto y saliente de las montañas, repliega las
alas, recoge las patas y se deja caer a pique contra el fondo de las
quebradas, donde termina su reinado. Esta muerte es simbólica, ya que
con este acto el cóndor vuelve al nido, a las montañas, desde donde
renace hacia un nuevo ciclo, una nueva vida. El cóndor simbolizaba la
fuerza, la inteligencia y el enaltecimiento o exaltación. Era un animal
respetado por todos aquellos que vivían en los Andes desde tiempos
prehispánicos, ya que no sólo traía buenos y malos presagios, sino que
también era el responsable de que el sol saliera cada mañana, pues con
su energía era capaz de tomar el astro y elevarlo sobre las montañas
iniciando el ciclo vital.
Simbolismo
Aparece como símbolo patrio en los escudos de armas de las Repúblicas de Chile (fuerza), Colombia (libertad), Ecuador (poderío, grandeza y valor) y Bolivia (búsqueda de horizontes sin límites).
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Aquí está su madre dándole comida a sus hijos! |
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